EN EL DÍA DE LAS MADRES
Bendigo a DIOS porque he sido muy afortunada, he contado no solo con mi mamá de mis entrañas, sino también, con la tia Nona que ha sido también mi guía, la del picante, el saborizante de la vida. Una me acaricia con sus manos de terciopelo, la otra me ensena el amor por la cocina, un dúo ultra explosivo de amor, camaradería, complicidad, Fé en papa DIOS, sorpresa y risas para alegrar la vida, la familia,y a los seres alrededor nuestro.Además heredé la flor musical de yola; la cantarina, nona, la pragmática, realista y organizada. Cómplices en el amar, dar y honrar. A ellas mi amor, admiración, devoción y mi inmensa gratitud.
Bendigo a DIOS porque he sido muy afortunada, he contado no solo con mi mamá de mis entrañas, sino también, con la tia Nona que ha sido también mi guía, la del picante, el saborizante de la vida. Una me acaricia con sus manos de terciopelo, la otra me ensena el amor por la cocina, un dúo ultra explosivo de amor, camaradería, complicidad, Fé en papa DIOS, sorpresa y risas para alegrar la vida, la familia,y a los seres alrededor nuestro.Además heredé la flor musical de yola; la cantarina, nona, la pragmática, realista y organizada. Cómplices en el amar, dar y honrar. A ellas mi amor, admiración, devoción y mi inmensa gratitud.
LAS MANOS
DE MI MADRE HERMOSA
Antes no
sabía apreciar lo que era ser madre,
Entrega de
noches en vela y a oscuras,
Amor sin
medida, cariño genuino y dadivoso,
Como tesoro
inagotable e infinito.
Madre solo
hay una,
¡Mi madre,
la tuya, la de él, la de ella, que estrella!
Cuando
sola, acongojada y triste me siento,
Son las
manos de mi madre, las que sosegar pueden.
Mi rabia,
mi dolor, mi desazón, es la piel de durazno en su piel;
Es el bello
y sensible algodón que suavemente adormece lo inclemente.
Esa suavidad
que acaricia el corazón,
Ellas
milagrosas con olor a rosas, lavanda y sándalo
Que lavan
los miedos y hacen florecer ilusiones y pasiones;
Esas que
cuando enfermas físicamente, rozan, acarician, sanan.
Te relajas
y duermes entre esas perfumadas y tiernas manos que todo lo pueden;
Esas alas
que hacen que vueles,
Esas manos
que te ungen con precisión, devoción,eterno y ardiente amor.
¡A ti madre
mía! A esas manos que a Anwar enternecen con sus dulces caricias
Y le
recuerdan tanto a las de su linda, tierna madre.
A Las que Sahar ama como flor perfumada y
jovial violeta.
A las que a
Shadya le enciende las alas y la pasión.
A las que a
Talal apacigua, enternece y enmudece de gozo y gratitud.
¡A esa, a
ésta única madre mía!
A sus bondadosas
manos llenas de amor y alegría.
A YOLANDA Y A NONA
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